Los enfrentamientos entre perros y gatos no ocurren solamente en las películas y las series animadas. Lo cierto es que es común que estas especies, de primera entrada, puedan tener problemas para llevarse bien.
Con la intención de mejorar la convivencia, uno de los momentos determinantes será cuando las mascotas se conozcan. Jose Montoya, veterinario de Vital Nutrition asegura que es importante que la introducción de ambos sea gradual y que no se les deje de ofrecer áreas de descanso y alimentación separada, para reducir los conflictos.
Otra recomendación que comparte es la de reforzar los comportamientos positivos cuando estén demostrando que se están llevando bien. En estos casos se pueden incluir elogios y caricias, así como una supervisión constante. La presencia de Vital Nutrition como parte de la alimentación habitual también suma si la convertís en una premio por buen comportamiento.
¿Por qué se pelean?
Quizá conviene entender las razones detrás de los conflictos entre tus mascotas, pues así será más fácil corregir y atender.
Los perros y los gatos son animales territoriales por naturaleza. Si uno de ellos percibe que su territorio está siendo invadido por el otro, puede responder con agresión para proteger su espacio. Alguna de las mascotas pensará que a partir de la llegada de un nuevo inquilino empieza una competencia por recursos como comida, agua, juguetes o espacio para dormir.
Otro factor interesante es que en hogares con múltiples mascotas, puede surgir una jerarquía social. Los perros y los gatos pueden pelear para establecer su posición en la jerarquía o para defender su estatus dominante. Aquí también tiene peso quién llegó antes o quién parece ser el favorito de los dueños.
El instinto de caza puede ser otra de las motivaciones para esos enfrentamientos de ladridos, maullidos y amenazas de mordiscos y arañazos. Cuando un gato corre o se mueve de manera errática, puede activar el instinto de persecución en algunos perros, lo que puede llevar a que intenten atraparlo. Esto puede provocar una confrontación si el gato se siente amenazado y decide defenderse.
La importancia de la socialización
Los cambios en el entorno, la introducción de nuevas mascotas o personas en el hogar, o situaciones estresantes pueden aumentar la probabilidad de conflictos entre perros y gatos. Si un perro o un gato no ha sido socializado adecuadamente con el otro tipo de mascota desde una edad temprana, puede tener dificultades para entender sus señales de comunicación y desarrollar una relación pacífica.
Tips para presentar al perro y al gato
Como dijimos antes, una de las recomendaciones para cuando un perro y un gato van a comenzar a compartir espacio es que el momento en que se conozcan contribuya para evitar conflictos.
Lo mejor que podés hacer es procurar ir poco a poco. Ojalá que la interacción comience con encuentros breves y supervisados entre el perro y el gato. Mantené al perro con correa y al gato en un transportador o con acceso a una habitación segura. Después de medir esas primeras interacciones podés permitir que se huelan a través de una puerta cerrada o una puerta de malla para que se acostumbren al olor del otro.
En caso de que estén sueltos, antes de la presentación, asegurate de tener áreas separadas para el perro y el gato, con acceso a comida, agua y camas. Y, solo por si acaso, proporcioná lugares elevados para que el gato pueda escapar y sentirse seguro si se siente intimidado.
Durante los encuentros, recompensá a ambas mascotas con algún snack y elogios por sus comportamientos tranquilos y positivos. Tal vez hasta podés usar juguetes interactivos para distraer al perro y al gato y desviar su atención de posibles tensiones.
Siempre es importante que también vos te mantengás alerta, observando las señales de estrés o incomodidad en ambas mascotas. Es una posibilidad tener que detener la interacción si es necesario.
Sabemos que querés que tus mascotas tengan una excelente relación. Para eso recomendamos paciencia. Permití que la relación entre el perro y el gato se desarrolle gradualmente. Puede llevar días, semanas o incluso meses antes de que se sientan completamente cómodos juntos.
¡Te deseamos la mejor de las suertes y esperamos que este artículo te haya ayudado como guía para tu propósito!
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